En todo tipo de accidentes de motocicleta, un casco de calidad puede marcar la diferencia —incluso puede salvarte la vida.
La multa para el conductor o pasajero por no usar un casco acreditado va entre $34.633 y $69.265 (valor de la UTM de octubre de 2025)
Conducir sin casco o con un casco defectuoso está sancionado por la Ley de Tránsito.
Un casco certificado según normas internacionales —como ECE 22.05 o 22.06— multiplica por seis las probabilidades de sobrevivir a un accidente.
Además, reduce el riesgo de lesión cerebral grave en casi un 75 %.
Por el contrario, los cascos de mala calidad o no homologados pueden no absorber los impactos correctamente, estar hechos con materiales deficientes o tener sistemas de sujeción inseguros..
¿Por qué es imprescindible un casco certificado?
Etiqueta de certificación y código QR interno: permiten verificar las especificaciones técnicas y la autenticidad del casco.
Cobertura frontal adecuada: debe proteger por encima de las cejas.
Ajuste firme y seguro: el casco no debe moverse ni deslizarse fácilmente, ni caer sobre los ojos ni presionar en exceso la frente.
Visión periférica clara: debe permitir buena visibilidad lateral y no interferir con el uso de gafas.
Talla correcta: debe ser ceñida pero cómoda, sin generar puntos de presión dolorosos
Cómo identificar un casco con certificación de calidad
Escanea el código QR y comprueba que esté en la lista oficial de CONASET.
No compres cascos sin una etiqueta de certificación visible; el vendedor debe proporcionar un comprobante de certificación.
Prioriza los cascos integrales o modulares con buena protección facial.
Consejos de compra adicionales